La lectura de teatro ya te da una perspectiva inicial diferente. Al menos yo, me imagino a los actores actuando y me pregunto cómo hacen suyos los personajes descritos por el autor. Teenesse Williams lo hace con una minuciosidad extrema, dejando muy poco espacio a la creación del actor o a la imaginación del lector. Tiene las ideas muy claras y ya en la primera escena del denso primer acto, Margaret y Brick, la pareja protagonista están tan bien trazados (hay que leer con mucha atención las ricas acotaciones de la obra) que casi se les escucha hablar. No sé si para los actores esto es bueno o malo, pero desde luego, no les deja resquicio.
En teatro siempre se busca, lo que se llama "el conflicto". También éste aparece desde el inicio, con la tensión insoportable que existe en el diálogo (casi monólogo de ella y réplicas displicentes de él) entre la pareja. La profunda insatisfacción de ambos, que arrastran una insatisfecha vida llena de frustración y resquemor del uno hacia el otro, aparece en cada línea, en cada gesto. Hay otros personajes, otros conflictos que quedan por detrás. De esto se podría hablar en un análisis más pormenorizado. También hay seres ausentes que cobran gran importancia en el drama y cuya sola mención será capaz de desencadenar una tempestad.
La gata sobre el tejado de zinc caliente es una obra dura. No te deja buenas sensaciones. Transmite amargura y despecho. Soledad y frío. En el prólogo de mi edición (Escena) compara a los personajes de T.Williams con los de Chejov. Sí, pero no. Sí, en cuanto a la psicología extrema, casi psicoanalítica con que están trazados, pero nada más (en mi opinión, claro). Los personajes de Chejov son tiernos, se les quiere y esto no sucede con los los de T.Williams, llenos de contradicciones y amargura.
El título de la obra ya es significativo. T.Williams pone en boca de Margaret de dónde viene esa gata sobre un tejado de zinc caliente que, si se piensa, no parece una situación muy cómoda para un felino.
Margaret: "¿Tú sabes cómo me siento, Brick?... Me siento como una gata sobre un tejado de zinc caliente. (...) ¿Cuál es el triunfo de una gata sobre un tejado de zinc caliente?... Supongo que resistir en él todo el tiempo que pueda. |