El galán fantasma - Pedro Calderón de la Barca

¿Quién no ha leído a Lope de Vega y Calderón entre otros muchos autores? Buñuel, Almodóvar, Fellini, ¿qué sería de una buena película sin un buen guión?

Moderador: Arden

Avatar de Usuario
Arden
Vivo aquí
Mensajes: 22132
Registrado: 28 Oct 2008 08:59

Re: El galán fantasma - Pedro Calderón de la Barca

Mensaje por Arden »

Yo no podré leerlo hasta finales de mes :wink:
Avatar de Usuario
Diocolo
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 426
Registrado: 26 Ago 2011 17:00
Ubicación: Somontano

Re: El galán fantasma - Pedro Calderón de la Barca

Mensaje por Diocolo »

He decidido al final dejar el Príncipe Constante para luego, y empezar con esta obra, con el Galán Fantasma, para ajustarme mejor a los tiempos y no llegar tarde a los dos.

Al final no la he podido conseguir en papel, y la edición en epub que tenía es un poco desastre, asíq ue por primera vez me veo en tener que leerla en el móvil, y a Dios gracias de la Biblioteca Digital Cervantes.

He leído el Primer Acto (Jornada) y nos encontramos ante todo un enredo amoroso, trufado con asuntos de honores. A saber si irá a mayores (aunque tampoco es poca la cosa).


Tenemos de entrada lo que sería el lance principal, creo yo, de la trama: el amor entre Astolfo y Julia. Pero hete aquí el nudo: el Duque de Sajonia resulta estar prendado también de Julia, y tiene celos totales de Astolfo. La obra comienza con el encuentro entre Astolfo y Julia en las afueras de una localidad de aquellas tierras, en la que y a se nos manifiesta la complicación. Julia, aunque le quiere también, empuja a Astolfo a irse por un tiempo, para evitar males mayores, ya que el Duque (figura noble e intocable) buscaría su perdición por los celos. Ocurre que aparecen Carlos y Candil. Carlos está enamorado de la hermana de Astolfo (Laura, creo recordar) y ello le lleva a querer a ayudar y estar congraciado con Astolfo. Me parece curioso el elemento cómico, en este caso de la mano de Candil, como en otra obra fuera Cuzcuz; personaje con cierto ridículo y desparpajo, que además permite juegos de palabras y chistes de ocasión al respecto de su propio apelativo.

La cuestión es que Carlos le ofrece una alternativa a tener que irse: sabe cómo podría llegar a escondidas a ir viendo a Julia, sin tener que expatriarse. Escondites (minas) aparte, Astolfo se vuelve pues, y esa misma noche su impulso le lleva a querer ver a Julia.

Enrique, el padre de Astolfo, anda también inquietado por todos estos mareos de amores, idas y venidas. Al final, por Candil, se entera del enredo que hay con Julia, y trata de ir a buscarlo y evitar males mayores. Pero la noche ya se echa encima y unos y otros están abocándose a encontrarse sin quererlo, con el afán de ver a Julia. En su jardín aparece primero uno, y luego el otro, que salta por los balcones hasta llegar. Ahí se descubren en su enemistad, y se baten sin remedio.

Ni Carlos (colega de Astolfo), ni Leonelo y Octavio (los colegas de El Duque), logran evitar que entre Enrique. Astolfo cae bajo el acero del Duque. Justo aparece Enrique, que también ve la escena de su hijo yaciente. El Duque sentencia: "Así mi valor castiga". Y se quedan Julia y Enrique compungidos. Enrique, eso sí, reclama venganza.


Así nos deja la primera Jornada. Un enredo fatal de celos, que por otro lado, con la figura de El Duque, me da que se establece también ese nivel de clases nobles y las que no llegan a tanto. Veremos cómo se desarrolla.
Avatar de Usuario
Diocolo
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 426
Registrado: 26 Ago 2011 17:00
Ubicación: Somontano

Re: El galán fantasma - Pedro Calderón de la Barca

Mensaje por Diocolo »

Leída la Jornada Segunda. ¡Es tremenda!

La verdad es que es un Acto sensacional y tenía que atrapar en sus días cuando fuera representado, me figuro. Resulta que Astolfo no está muerto, sino que, herido, una vez celebrado el funeral, digamos, se esconde en la mina o en el subterráneo que tiene su colega Carlos. Enrique, su padre, busca un favor de reconciliación con el Duque de Sajonia, y Julia está llena de pena, como también su hermana. Sin embargo, la noche en que vuelve el Duque a visitar a Julia para seguir haciéndole la corte... antes de llegué, mientras está con Candil y Porcia (su sirvienta) la tierra parece temblar, y se oyen y perciben fuertes golpes desde el suelo. Aparece el Duque en ese momento que no se ha enterado de lo que pasa... Y sale Astolfo, para terror de todos. Unos le reconocen, otros no, todo queda sumido en la confusión y el miedo (tenía que ser sensacional). Los versos están muy bien, cómo expresan el "aborto" de la tierra, que escupe lo que debía de mantenerse dentro.

JULIA
Valedme,
¡Cielos!, que ya no hay valor.
Pues Astolfo, ¡ay de mí!, es este,
que aborto del centro nace
en la parte donde muere.

PORCIA
Válgame San Verbo caro.

CANDIL
San Dios, San Jesús mil veces.

PORCIA
¿Adónde estaré segura?

CANDIL
Tratar quiero de esconderme.

Sin caer directamente en una suerte de expresiones cercanas a lo religioso, se manifiesta un terror más cercano directamente a lo sobrenatural. Y está muy bien planteado porque hasta el final de la Jornada no se desvela que realmente es Astolfo, y el escondite. Hace, al final, cómplice a Julia de su ocultamiento, palabras de amor mediante.

No obstante el Duque, que ha sabido que se trata de una suerte de Astolfo que aún no acierta a comprender su naturaleza, sigue con unos celos tremendos y no parece amilanarse.

DUQUE
Si el miedo engaña, ¿puedo
yo engañarme, si yo no tengo miedo?
Yo he escuchado su voz, su forma he visto
al matarme esas luces; mal resisto
la cólera.

(nota: "matarse las luces" viene a significar estar al contraluz, es decir, taparle la luz de tal manera que el sujeto, al estar contraluz, no se le termina de poder reconocer).



Es muy curioso un pasaje donde en boca de Porcia tenemos el título de la obra, y de Candil, precisamente, se nombraría el título de la otra que leímos, lo cual, dada la situación de escondidas y revelaciones, no deja de ser una buena conexión.

PORCIA
Este galán fantasma, ¿qué pretende?

CANDIL
Que tenga esposo...

PORCIA
¿Quién?

CANDIL
La dama duende

La Tercera Jornada promete, con un Astolfo resucitado, y un Duque sin temor pero perplejo, y a Julia y Carlos al tanto del engaño.

Está ganando enteros la obra; hay ganas de desvelar la última jornada.
Avatar de Usuario
Diocolo
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 426
Registrado: 26 Ago 2011 17:00
Ubicación: Somontano

Re: El galán fantasma - Pedro Calderón de la Barca

Mensaje por Diocolo »

Leído. Desde luego la Tercera Jornada es también intensa.

No deja de sorprender a propios y extraños que Julia se dedique a pasear con un muerto por las noches. El Duque está muy mohíno, y no deja estar al padre de Astolfo. Lo intentaY el lío que se va a montar bajo la nocturnidad no va a ser poco en el jardín de Julia. Algo sospechan el Duque y sus colegas (Otavio, Leonelo), y no dejan tranquilo el asunto, acuciado el Duque en sus celos; todavía más al ser algo que le huele sospechoso.

LEONELO
Que imagino,
que, por ponerte pavor,
Julia esta sombre ha fingido
dentro, señor, de su casa,
pues con esto ha conseguido
que tú la dejes en ella.
Y si no, haz que escondido
me tenga en el jardín Porcia,
que yo solo a entrar me obligo
a averiguarlo; y haz tú
que en aqueste mismo tiempo
falte Julia del jardín,
verás si es cierto o fingido,
pues ni él vendrá si ella falta
ni irá donde hubiere ido.



Urden, pues, para desenmascarar lo que creen un engaño. Enrique (el padre), sin embargo, está enterado, y pone también en conocimiento de ello a su hija (hermana de Astolfo) Laura. Así, junto con Carlos y Julia (además de Porcia) todos están al corriente de la situación. Menos el Duque y los suyos.

Por medio tenemos el juego más humorístico entre Candil y Porcia. En un momento dado Porcia hace chanza con el nombre de Candil.

PORCIA
Candil, tan sin garabato
en el hacer y en el decir,
que siendo Candil, no eres
de garabato candil;

Me ha hecho gracia esto porque recuerdo que en el Diablo Cojuelo, en el primer Tranco se hace alusión precisamente a un "candil de garabato" que debía ser una luminaria sencilla rutinaria de aquellos tiempos. Pero el nombre (o la designación) de la misma me resulta como muy poético. Candil, que se huele ya la tostada, no frena su malicia refiriéndose a Astolfo cuando por orden del Duque le va a decir a Porcia que deje la puerta abierta para que entre Leonelo para comprobar su plan.

CANDIL
Debe de cenar cazuela
en la otra vida, y así
se pasea en acabando
de cenar.

Se arma un lío morrocotudo con unos que están paseando, pero se esconden a tiempo (Julia y Astolfo), otros que van dispuestos a terminar con la farsa (el Duque, Leonelo y Otavio), y otros que van para avisar que se puede torcer el asunto (Laura, y luego Enrique), además de Carlos.

Total que Leonelo atrapa a una joven, y la ata, pensando que se trata de Julia. Candil se cae en la mina, y Astolfo y Julia logran escabullirse para dentro de la casa. Aparece Leonelo y le deja a Porcia encargada de cuidar de la joven que ha atrapado. Pero escondidos con Porcia y Carlos están la pareja, que no salen de su asombro, ya que no saben quién es la que está bajo el saco pillada, siendo seguro que precisamente Julia, no puede ser. Todo este tramo de confusiones en el Jardín está realmente muy bien conseguido. El pobre Carlos no sabe que hacer, estando el Duque solicitando una presa, y el teniendo dos Julias que entregar: una la falsa Julia, Laura, su propia hermana, otra la no atrapada, la verdadera Julia, pareja de su estimado Astolfo.

CARLOS
Mal mi pena resisto;
¿quién en tal confusión jamás se ha visto?
Si a Julia al Duque entrego,
a Astolfo lo que él mismo me dio niego.
Pues Laura, a quien yo quiero,
no la ha de dar o he de morir primero.

JULIA
¿Qué es lo que estás pensando?

LAURA
¿Qué estás imaginando?

JULIA
Con mi esposo he venido,
con él he de volver.

LAURA
Mi amante has sido,
contigo he de librarme.

JULIA
Al Duque tú no puedes entregarme.

Al final aparecen el Duque, Enrique y todos en la misma estancia. Descubierto que es Laura y no la Julia real, el Duque ya no entiende nada. Al final ve con sus propios ojos a Astolfo y le entra el pavor, se ve incapaz de moverse. Enrique y Carlos interceden acertadamente y el Duque cede a deponer su furia y celos y respetar la unión de Astolfo y Julia, así como se deja caer de paso la oportuna unión de Laura y Carlos. El Duque, con todo, queda como magnánimo (ya que es el que da beneplácito al desenlace de las cosas final), y humano ante un elemento tan fuera de la naturaleza. Es curioso.

¡En fin! Estupenda obra de líos de amores, pero también de misterio e intriga, sensacional.
Responder