Cada día un poema
Moderadores: Tessia, lunallena
Re: Cada día un poema
II (Carnaval del lumpen)
La bruma en los suburbios
vela el amanecer y siempre esconde
un frío de metal en la mirada,
un rescoldo de incendio por los muros
que aún siguen en pie.
Escombros y siluetas en penumbra:
así regresa el tiempo
al filo de una luz desvanecida,
disuelta en humo,
y las máscaras fingen el asedio,
y se alzan hogueras sobre el pálido
horizonte del alba.
El sol del mediodía
no alumbra a nadie.
Será sólo quietud
de un desierto lunar, árida tierra
del óxido y la huída
a cualquier paraíso inexistente,
al sueño de otro mundo.
Antonio Jiménez Millán.
La bruma en los suburbios
vela el amanecer y siempre esconde
un frío de metal en la mirada,
un rescoldo de incendio por los muros
que aún siguen en pie.
Escombros y siluetas en penumbra:
así regresa el tiempo
al filo de una luz desvanecida,
disuelta en humo,
y las máscaras fingen el asedio,
y se alzan hogueras sobre el pálido
horizonte del alba.
El sol del mediodía
no alumbra a nadie.
Será sólo quietud
de un desierto lunar, árida tierra
del óxido y la huída
a cualquier paraíso inexistente,
al sueño de otro mundo.
Antonio Jiménez Millán.
Re: Cada día un poema
No conocía a este poeta, @Velaluka, gracias por traerlo.
Quidquid latine dictum sit,
altum videtur
altum videtur
Re: Cada día un poema
Tampoco yo, @Jeeves, descubrimiento de la biblioteca de esta semana, y eso que la sección de poesía no es muy amplia, pero siempre da para encontrar algo nuevo.
- Ceinwyn
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- Ubicación: Donde da la vuelta el aire
Re: Cada día un poema
Lo tengo, lo tengo. Alguien increíble me ha regalado un libro de Karmelo y estoy desc@lunallena
No me deja copiar el poema, sólo mencionar a@lunallena @lunallena
Silba la calandria y nos sorprende en vela, amuchados, con ganas de seguir.
- Ceinwyn
- Foroadicto
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- Ubicación: Donde da la vuelta el aire
Re: Cada día un poema
Qué cosa más rara.
En el otro mensaje no me deja más que mencionar a lunallena, no puedo editarlo tampoco.
Qué cosas
Lo escribo aquí:
ESO ERA AMOR
Te veía
llegar,
cruzar la puerta,
darme un besazo en el morro,
mirarme a los ojos
de esa manera única,
como solo tú miras
a los ojos: rompiendo
el calendario.
Te veía
hacer esas cosas sencillas
que tú haces
para que el mundo
entre en razón;
y no sabía
a quién
darle las gracias.
En el otro mensaje no me deja más que mencionar a lunallena, no puedo editarlo tampoco.
Qué cosas
Lo escribo aquí:
ESO ERA AMOR
Te veía
llegar,
cruzar la puerta,
darme un besazo en el morro,
mirarme a los ojos
de esa manera única,
como solo tú miras
a los ojos: rompiendo
el calendario.
Te veía
hacer esas cosas sencillas
que tú haces
para que el mundo
entre en razón;
y no sabía
a quién
darle las gracias.
Silba la calandria y nos sorprende en vela, amuchados, con ganas de seguir.
Re: Cada día un poema
Gracias por la aportación @Ceinwyn
Disfrútalo mucho, yo también estoy leyendo un libro de él
Disfrútalo mucho, yo también estoy leyendo un libro de él
Re: Cada día un poema
Gracias @Ceinwyn
Re: Cada día un poema
Os dejo uno que me ha encantado, y que en parte me recordó un poco al estilo de Karmelo, supongo que ambos podrían englobarse en eso que llaman realismo sucio, creo que a @Ivanovich también le puede gustar este autor.
La flecha
Existe una flecha:
está en ciertas músicas, canciones,
versos, fragmentos de escritura,
de vez en cuando un cuadro,
un jardín, una bóveda, un patio,
un pórtico, el gesto demudado
de un desnudo tallado en alabastro,
y luego —SOBRE TODO—,
en determinados seres de escalofriante
carne y hueso que de tarde en tarde ves,
en tu camino jalonados por los dioses
cual fulminantes meteoritos
que inefables manos hubieran abatido
milagrosamente en medio de la tierra.
Esa «flecha» son fulguraciones
que electrocutan los sentidos,
mediadas por la irradiación,
en descarnada llama viva,
del querer; son latigazos
de una mordedora cuerda metafísica
que convierten en peonza
de puro anhelo ebrio la mollera
y a un baile la abandonan
de giros, reverencias y entrechoques,
sin que sepa a ciencia cierta
—y bien poco le importe—
si va viniendo o yendo va.
Te dices (mejor será escribir balbuces):
si no me fundo,
si mi ser —todo él,
amasadura integral de pensamiento
hecho un cuerpo con su sangre,
flujos, humores, atributos—,
desde el extremo del último cabello
que puebla mi cabeza
hasta la punta más meridional
de mis malditos pies,
si mi ser, decía y balbucía,
no se funde y hace uno
ahora mismo,
en este mismo instante y YA,
con eso…,
sin duda alguna moriré.
Luego no te mueres, por supuesto.
Pero la herida duele tanto
—y es una herida sobre otra,
y otra herida sobre una,
y una y otra herida sobre todas las demás—
que en los ojos se te pone una mirada
como de alma itinerante
en sempiterna y sigilosa pena
que arrastrara la cruz de la belleza,
en un mundo sin pares,
por los ásperos parajes
de la ingrata realidad.
Roger Wolfe.
La flecha
Existe una flecha:
está en ciertas músicas, canciones,
versos, fragmentos de escritura,
de vez en cuando un cuadro,
un jardín, una bóveda, un patio,
un pórtico, el gesto demudado
de un desnudo tallado en alabastro,
y luego —SOBRE TODO—,
en determinados seres de escalofriante
carne y hueso que de tarde en tarde ves,
en tu camino jalonados por los dioses
cual fulminantes meteoritos
que inefables manos hubieran abatido
milagrosamente en medio de la tierra.
Esa «flecha» son fulguraciones
que electrocutan los sentidos,
mediadas por la irradiación,
en descarnada llama viva,
del querer; son latigazos
de una mordedora cuerda metafísica
que convierten en peonza
de puro anhelo ebrio la mollera
y a un baile la abandonan
de giros, reverencias y entrechoques,
sin que sepa a ciencia cierta
—y bien poco le importe—
si va viniendo o yendo va.
Te dices (mejor será escribir balbuces):
si no me fundo,
si mi ser —todo él,
amasadura integral de pensamiento
hecho un cuerpo con su sangre,
flujos, humores, atributos—,
desde el extremo del último cabello
que puebla mi cabeza
hasta la punta más meridional
de mis malditos pies,
si mi ser, decía y balbucía,
no se funde y hace uno
ahora mismo,
en este mismo instante y YA,
con eso…,
sin duda alguna moriré.
Luego no te mueres, por supuesto.
Pero la herida duele tanto
—y es una herida sobre otra,
y otra herida sobre una,
y una y otra herida sobre todas las demás—
que en los ojos se te pone una mirada
como de alma itinerante
en sempiterna y sigilosa pena
que arrastrara la cruz de la belleza,
en un mundo sin pares,
por los ásperos parajes
de la ingrata realidad.
Roger Wolfe.
Re: Cada día un poema
Gracias por mencionarme, @Velaluka. Me recuerda a la forma en que Jorge Drexler deja caer las palabras en alguna canción, un poco metálico. Podría ser un rap si añadimos música.
Por cierto, el otro día escuchando una entrevista a Leonor Watling, actriz y cantante, y, además pareja de Jorge Drexler, que canta indistintamente en español e inglés, comentaba ella que según el idioma en el que canta tiene que cambiar totalmente la forma de hacerlo; decía que el inglés daba más juego que el español, porque es mucho más líquido, y enganchan mejor las palabras. No sé si eso será aplicable también a la poesía.
Por cierto, el otro día escuchando una entrevista a Leonor Watling, actriz y cantante, y, además pareja de Jorge Drexler, que canta indistintamente en español e inglés, comentaba ella que según el idioma en el que canta tiene que cambiar totalmente la forma de hacerlo; decía que el inglés daba más juego que el español, porque es mucho más líquido, y enganchan mejor las palabras. No sé si eso será aplicable también a la poesía.
Re: Cada día un poema
Qué interesante lo que dices, @Ivanovich, si se aplica en la música quiero pensar que aún más en la poesía si cabe... Estaría bien que alguien que lea poesía en inglés nos diese su visión.
Y muy cierto ese "dejar caer las palabras" de Drexler.
Y muy cierto ese "dejar caer las palabras" de Drexler.
Re: Cada día un poema
Memoria
la memoria es un animal silencioso
vive se alimenta
de nosotros
gestos de reliquia
gestos de animal en cautiverio animal en
peligro de no extinguirse nunca la memoria
no duerme
no sueña
no descansa
la memoria es un animal
omnipotente
omnipresente
superpoderoso
superselectivo
la memoria es
un animal inmenso
un animal doméstico inmenso
un animal doméstico
pero no mascota
la memoria
no es
una mascota
la memoria es
un animal
salvaje
Andrea Alzati.
la memoria es un animal silencioso
vive se alimenta
de nosotros
gestos de reliquia
gestos de animal en cautiverio animal en
peligro de no extinguirse nunca la memoria
no duerme
no sueña
no descansa
la memoria es un animal
omnipotente
omnipresente
superpoderoso
superselectivo
la memoria es
un animal inmenso
un animal doméstico inmenso
un animal doméstico
pero no mascota
la memoria
no es
una mascota
la memoria es
un animal
salvaje
Andrea Alzati.
Re: Cada día un poema
Gracias @Velaluka
Soñar... ¡Donosa locura!
Blanca de los Ríos Nostench.
Erase una persona tan despistada que se quedó una semana en su casa encerrada pues sus llaves no encontraba.
Blanca de los Ríos Nostench.
Erase una persona tan despistada que se quedó una semana en su casa encerrada pues sus llaves no encontraba.
Re: Cada día un poema
Un placer
Re: Cada día un poema
Gracias
Re: Cada día un poema
Le acabo de descubrir, pero lo poco que he leído de él me tiene muy flipada...
Aquel cielo mojado
Y aquel andar,
y aquella tarde lluvia del día 28,
de tan extraña,
de tan escasa luz
andábamos descalzos de certezas,
volvíamos de un cielo al otro lado
del agua y de las cosas,
sin pausas acordadas y entre olivos,
sin edad ni alimentos,
vestidos con el hambre de lo que no germina,
nos sentíamos
tan solamente dos supervivientes, dos
seres inhábiles
hace tiempo que callas, me dijiste,
y el aire se hizo hueco entre nosotros
caminábamos
lo que llaman regreso
siento el poema
como una delación, te respondí.
Francisco Caro.
Aquel cielo mojado
Y aquel andar,
y aquella tarde lluvia del día 28,
de tan extraña,
de tan escasa luz
andábamos descalzos de certezas,
volvíamos de un cielo al otro lado
del agua y de las cosas,
sin pausas acordadas y entre olivos,
sin edad ni alimentos,
vestidos con el hambre de lo que no germina,
nos sentíamos
tan solamente dos supervivientes, dos
seres inhábiles
hace tiempo que callas, me dijiste,
y el aire se hizo hueco entre nosotros
caminábamos
lo que llaman regreso
siento el poema
como una delación, te respondí.
Francisco Caro.