Joan Margarit
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Joan Margarit
DATOS BIOGRÁFICOS
Joan Margarit i Consarnau nace en Sanaüja, en la comarca de la Segarra, en un momento de la Guerra Civil Española cuando el frente de Aragón ya estaba cerca de aquellas tierras, el 11 de mayo de 1938, hijo de Joan Margarit i Serradell, arquitecto, de Barcelona, i Trinitat Consarnau i Sabaté, maestra, de L’Ametlla de Mar.
Sus padres se habían casado en julio de 1936 en Barcelona, pero la Guerra Civil les obligó a retirarse a Sanaüja, en la casa de la abuela paterna.
Acabada la guerra y hasta el año 1948, la familia cambia muchas veces de domicilio: Barcelona, Rubí, Figueres y Girona. De vuelta a Barcelona, la família vive enfrente del Turó Park y Joan Margarit cursa el bachillerato en el Instituto Ausiàs March que entonces estaba situado en la calle Muntaner.
El año 1954 la familia se traslada a las islas Canarias y, desde 1956, Margarit pasa los cursos académicos en Barcelona para estudiar arquitectura, en el Colegio Mayor Sant Jordi, donde residirá hasta el año 1961. En 1962 conoce a Mariona Ribalta, con la que se casa el año siguiente, instalándose en la calle Sardenya de Barcelona, junto a la plaza Sanllehy. Allí nacen sus hijas Mònica, Anna y Joana, y su hijo Carles.
Margarit se había dado a conocer como poeta en castellano en 1963 y en 1965. Después de un largo paréntesis de diez años, escribe “Crónica”, publicado por su amigo Joaquim Marco, director de la colección “Ocnos”, de Barral Editores. A partir de 1980, inicia su obra poética en catalán.
Desde 1975, Margarit y su família viven en Sant Just Desvern, donde también está el estudio de arquitectura que comparte con Carles Buxadé, el amigo y socio, desde 1980. Desde 1968, Margarit es catédrático, jubilado actualmente, de Cálculo de estructuras de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.
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Re: Joan Margarit
NO LLENCIS LES CARTES D’AMOR
Elles no t’abandonaran.
Passarà el temps, s’esborrarà el desig
-aquesta fletxa d’ombra-
i els rostres sensuals, intel•ligents, bellíssims,
s’ocultaran en un mirall dins teu.
Cauran els anys i avorriràs els llibres.
Davallaràs encara,
i perdràs, fins i tot, la poesia.
El soroll fred de la ciutat als vidres
anirà esdevenint l’única música,
i les cartes d’amor que hauràs guardat
la teva última literatura.
NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
Elles no t’abandonaran.
Passarà el temps, s’esborrarà el desig
-aquesta fletxa d’ombra-
i els rostres sensuals, intel•ligents, bellíssims,
s’ocultaran en un mirall dins teu.
Cauran els anys i avorriràs els llibres.
Davallaràs encara,
i perdràs, fins i tot, la poesia.
El soroll fred de la ciutat als vidres
anirà esdevenint l’única música,
i les cartes d’amor que hauràs guardat
la teva última literatura.
NO TIRES LAS CARTAS DE AMOR
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
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Re: Joan Margarit
Caligrafía
Ha apoyado la frente en el cristal
frío, empañado, con trasluz de invierno.
Escribe el nombre de ella y, a través
de las líneas que traza con el dedo,
la ha visto en un paraje solitario
con el mar y las rocas en la noche.
Al fondo, las estrellas: de pronto, las gaviotas
alzan el vuelo como un resplandor
al paso de un falucho. Se ha engañado:
detrás de la ventana hay una calle
que el alba hace más triste, sin un alma,
con coches aparcados.
Tras las líneas comienza a amanecer:
el sol naciente borrará ese nombre
en la escarcha rosada del cristal.
Ha apoyado la frente en el cristal
frío, empañado, con trasluz de invierno.
Escribe el nombre de ella y, a través
de las líneas que traza con el dedo,
la ha visto en un paraje solitario
con el mar y las rocas en la noche.
Al fondo, las estrellas: de pronto, las gaviotas
alzan el vuelo como un resplandor
al paso de un falucho. Se ha engañado:
detrás de la ventana hay una calle
que el alba hace más triste, sin un alma,
con coches aparcados.
Tras las líneas comienza a amanecer:
el sol naciente borrará ese nombre
en la escarcha rosada del cristal.
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Re: Joan Margarit
Cosas en común
Habernos conocido
un otoño en un tren que iba vacío;
La radiante, aunque cruel
promesa del deseo.
La cicatriz de la melancolía
y el viejo afecto con el que entendemos
los motivos del lobo.
La luna que acompaña al tren nocturno
Barcelona-París.
Un cuchillo de luz para los crímenes
que por amor debemos cometer.
Nuestra maldita e inocente suerte.
La voz del mar, que siempre te dirá
dónde estoy, porque es nuestro confidente.
Los poemas, que son cartas anónimas
escritas desde donde no imaginas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.
Habernos conocido
un otoño en un tren que iba vacío;
La radiante, aunque cruel
promesa del deseo.
La cicatriz de la melancolía
y el viejo afecto con el que entendemos
los motivos del lobo.
La luna que acompaña al tren nocturno
Barcelona-París.
Un cuchillo de luz para los crímenes
que por amor debemos cometer.
Nuestra maldita e inocente suerte.
La voz del mar, que siempre te dirá
dónde estoy, porque es nuestro confidente.
Los poemas, que son cartas anónimas
escritas desde donde no imaginas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.
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Re: Joan Margarit
Horarios nocturnos
Acostado a tu lado, oigo los trenes.
Cruzan mi frente sus fugaces luces
rasgando el horror tibio de esta noche.
La pausa de silencio me deja una luz roja,
una nota sobre este pentagrama
de cables y de vías oscuras y brillantes.
Acostado a tu lado,
oigo cómo se alejan con el ruido más triste.
Quizá me he equivocado no subiendo a uno de ellos.
Quizá el último acierto
sea -abrazado a ti-
dejar pasar los trenes en la noche.
Acostado a tu lado, oigo los trenes.
Cruzan mi frente sus fugaces luces
rasgando el horror tibio de esta noche.
La pausa de silencio me deja una luz roja,
una nota sobre este pentagrama
de cables y de vías oscuras y brillantes.
Acostado a tu lado,
oigo cómo se alejan con el ruido más triste.
Quizá me he equivocado no subiendo a uno de ellos.
Quizá el último acierto
sea -abrazado a ti-
dejar pasar los trenes en la noche.
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- Odel
- No tengo vida social
- Mensajes: 1170
- Registrado: 27 Abr 2008 15:21
- Ubicación: En las nubes
- Contactar:
Re: Joan Margarit
No tires las cartas de amor
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
Joan Margarit
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
Joan Margarit
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- Aben Razín
- Vivo aquí
- Mensajes: 57556
- Registrado: 19 Feb 2009 14:28
- Ubicación: Al lado del Torico.
Re: Joan Margarit
¡Muy intensas y profundas estas poesías de Joan Margarit!
Gracias a madison como Odel por ofrecernoslas
Gracias a madison como Odel por ofrecernoslas
Pasado: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Re: Joan Margarit
de nada Aben, de todos modos lo realmente bello es escucharle a él como recita, de que manera habla, su tono de voz
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Re: Joan Margarit
La carta
Mirabas siempre hacia adelante
como si allí estuviese el mar. Creabas
de esta manera un movimiento de olas
ajeno y mítico en alguna playa.
Nos unía la fuerza peligrosa
que da al amor la soledad.
Aún hace temblar entre mis dedos,
de forma imperceptible este papel.
Camino abandonado entre tú y yo,
cubierto por las cartas, hojas muertas.
Pero sé que el camino persiste.
Si abandono la mano sobre el pequeño fajo,
la siento descansar sobre tu espalda.
Solías escuchar hacia adelante
como si allí estuviese el mar, ya transformado
en una voz cansada, ronca y cálida.
Poco nos une aún: sólo el temblor
de este papel tan fino entre los dedos.
Mirabas siempre hacia adelante
como si allí estuviese el mar. Creabas
de esta manera un movimiento de olas
ajeno y mítico en alguna playa.
Nos unía la fuerza peligrosa
que da al amor la soledad.
Aún hace temblar entre mis dedos,
de forma imperceptible este papel.
Camino abandonado entre tú y yo,
cubierto por las cartas, hojas muertas.
Pero sé que el camino persiste.
Si abandono la mano sobre el pequeño fajo,
la siento descansar sobre tu espalda.
Solías escuchar hacia adelante
como si allí estuviese el mar, ya transformado
en una voz cansada, ronca y cálida.
Poco nos une aún: sólo el temblor
de este papel tan fino entre los dedos.
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- Aben Razín
- Vivo aquí
- Mensajes: 57556
- Registrado: 19 Feb 2009 14:28
- Ubicación: Al lado del Torico.
Re: Joan Margarit
¡Seguro que sí!madison escribió:de nada Aben, de todos modos lo realmente bello es escucharle a él como recita, de que manera habla, su tono de voz
Pasado: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Re: Joan Margarit
La ultima tarde de amor
Nunca he visto otra igual,
con la luz de final de primavera
penetrando en la casa,entre la gente.
Inmovil,parecias pensativa.
El tiempo que tenia que llegar
no se atrevia a entrar dentro de un aire
que no se resignaba a la tristeza.
Nos amparaba todavia aquella
leve sonrisa de tus lavios frios.
Fue la ultima tarde de amor
mantuvo su ventaja .Despues lo desbordaron
el dolor y la muerte,ya imparables.
Nunca he visto otra igual,
con la luz de final de primavera
penetrando en la casa,entre la gente.
Inmovil,parecias pensativa.
El tiempo que tenia que llegar
no se atrevia a entrar dentro de un aire
que no se resignaba a la tristeza.
Nos amparaba todavia aquella
leve sonrisa de tus lavios frios.
Fue la ultima tarde de amor
mantuvo su ventaja .Despues lo desbordaron
el dolor y la muerte,ya imparables.
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Re: Joan Margarit
La espera
Te están echando en falta tantas cosas.
Así llenan los días
instantes hechos de esperar tus manos,
de echar de menos tus pequeñas manos,
que cogieron las mías tantas veces.
Hemos de acostumbramos a tu ausencia.
Ya ha pasado un verano sin tus ojos
y el mar también habrá de acostumbrarse.
Tu calle, aún durante mucho tiempo,
esperará, delante de tu puerta,
con paciencia, tus pasos.
No se cansará nunca de esperar:
nadie sabe esperar como una calle.
Y a mí me colma esta voluntad
de que me toques y de que me mires,
de que me digas qué hago con mi vida,
mientras los días van, con lluvia o cielo azul,
organizando ya la soledad.
Te están echando en falta tantas cosas.
Así llenan los días
instantes hechos de esperar tus manos,
de echar de menos tus pequeñas manos,
que cogieron las mías tantas veces.
Hemos de acostumbramos a tu ausencia.
Ya ha pasado un verano sin tus ojos
y el mar también habrá de acostumbrarse.
Tu calle, aún durante mucho tiempo,
esperará, delante de tu puerta,
con paciencia, tus pasos.
No se cansará nunca de esperar:
nadie sabe esperar como una calle.
Y a mí me colma esta voluntad
de que me toques y de que me mires,
de que me digas qué hago con mi vida,
mientras los días van, con lluvia o cielo azul,
organizando ya la soledad.
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Re: Joan Margarit
Las mil y una noches
Me miras: el presente son tus ojos,
unos instantes que se desvanecen
y no puedo cambiar: Pero también
son un mañana que ya estaba escrito
en el fugaz espejo de la infancia.
Y se convertirán en el ayer,
la suma indiferencia de los años.
Después serán recuerdo, un mundo gris
donde te mire aunque no pueda verte.
Tras el recuerdo habrán de ser olvido:
nadie sabrá por qué estabas mirándome
ni por qué hay este pozo en tu lugar.
Cada instante una historia diferente
de las mil y una noches en tus ojos.
Me miras: el presente son tus ojos,
unos instantes que se desvanecen
y no puedo cambiar: Pero también
son un mañana que ya estaba escrito
en el fugaz espejo de la infancia.
Y se convertirán en el ayer,
la suma indiferencia de los años.
Después serán recuerdo, un mundo gris
donde te mire aunque no pueda verte.
Tras el recuerdo habrán de ser olvido:
nadie sabrá por qué estabas mirándome
ni por qué hay este pozo en tu lugar.
Cada instante una historia diferente
de las mil y una noches en tus ojos.
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Re: Joan Margarit
Mujer de invierno
Hoy que la soledad
es la última forma del amor,
esta triste ciudad ha hecho que pierda
lo que había perdido, ya, de ti.
¿A qué has venido?
¿Quién eres, si eres sólo
la imagen en el fondo del pozo de mí mismo?
He quemado tu cuerpo en mi interior,
todo ha llegado demasiado tarde.
Hoy que la soledad
es la última forma del amor,
esta triste ciudad ha hecho que pierda
lo que había perdido, ya, de ti.
¿A qué has venido?
¿Quién eres, si eres sólo
la imagen en el fondo del pozo de mí mismo?
He quemado tu cuerpo en mi interior,
todo ha llegado demasiado tarde.
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