Me encontré un poema

[Melinoe]

Hjalmar Söderberg, Doctor Glas Charles Baudelaire, Spleen



Dormir —bueno: ¿nos está permitido dormir? ¿De verdad? Ojalá lo supiéramos... Me vienen a la memoria dos versos de un poema célebre:

L'ombre d'un vieux poëte erre dans la gouttière
Avec la triste voix d'un fantôme frileux.

«La sombra de un viejo poeta yerra por el desagüe con la triste voz de un fantasma friolero.» Fue una suerte para Baudelaire el que nunca tuviera que oír como suena eso en sueco.

[...] Pero entre todo ese gris los naipes relumbran en la mesa con toda la franqueza de sus rientes colores, como para recordar que fueron inventados para disipar la melancolía de un príncipe enfermo y loco. Pero me pone frenético la mera idea del trabajo que representa reunir los naipes, volverlos todos de cara y barajarlos para otro solitario, y no puedo hacer más que irlos mirando y escuchar como hablan siniestramente el escuderito de corazones y la reina de picas, según dice el mismo soneto:

Le beau valet de coeur et la dame de pique
Causent sinistrement de leurs amours défunts.

[Melinoe]

Erri de Luca, Tras la huella de Nives Friedrich Hölderlin, Patmos



Llevaba conmigo unas poesías como medicina. Una del alemán Hölderin decía: «Pero donde está el peligro / crece también lo que te salva». Sentía la necesidad de fantasmas amigos.

[Melinoe]

Erri de Luca, Tras la huella de Nives



[...] Allá arriba parece más fuerte vuestro nudo, para nosotros que os miramos desde abajo. Montale escribe: «Te miramos nosotros, los de la raza / de quienes permanecen en el suelo».

[Melinoe]

Erri de Luca, Tras la huella de Nives



En las noches del bombardeo de Belgrado, en 1999, utilizaban también el verso de un poeta ruso, Madelstam, aguardando el alba, durante las incursiones: [...]«Esta noche irreparable / y donde vosotros hay aun claridad».

[Melinoe]

Erri de Luca, Tras la huella de Nives



Borges, el escritor de Buenos Aires, decía ser alguien venido de tan lejos que no esperaba llegar. En él hay por lo menos el deseo de acercarse, de intentar una etapa.

Borges, Jactancia de quietud

Escrituras de luz embisten la sombra, más prodigiosas que meteoros.
La alta ciudad inconocible arrecia sobre el campo.
Seguro de mi vida y de mi muerte, miro los ambiciosos
y quisiera entenderlos.
Su día es ávido como el lazo en el aire.
Su noche es tregua de la ira en el hierro, pronto en acometer.
Hablan de humanidad.
Mi humanidad está en sentir que somos voces de una misma penuria.
Hablan de patria.
Mi patria es un latido de guitarra, unos retratos y una vieja espada,
la oración evidente del sauzal en los atardeceres.
El tiempo está viviéndome.
Más silencioso que mi sombra, cruzo el tropel de su levantada codicia.
Ellos son imprescindibles, únicos, merecedores del mañana.
Mi nombre es alguien y cualquiera.
Paso con lentitud, como quien viene de tan lejos que no espera llegar.

[1452]

Faiz
Ye dagh dagh ujala, ye shab-gazida sahar
Vo intizar tha jis ka, ye vo sahar to nahin,
Ye vo sahar to nahin jis ki arzu lekar
Chale the yar ke mil-jaegi kahin na kahin
Falak ke dasht men taron ki akhiri manzil
Kahin to hoga shab-e sust mauj ka sahil
Kahin to jake rukega safina-e-gham-e-dil.


Leproso amanecer, alba mutilada por los colmillos de la noche
ésta no es la mañana largamente ansiada,
no el claro amanecer en cuya búsqueda se empeñan
los camaradas, creyendo que en el gran vacío del cielo
en alguna parte debe encontrarse la última parada de las estrellas
en alguna parte el fin de la lenta marea de anoche,
en alguna parte un anclaje para el buque del dolor.

[Melinoe]

Qué bonito ese poema.

[1452]

Sí, Melinoe, es un poema muy bello, me alegro de que te guste.




Iqbal
Huyó el amor. La conciencia le picó como una serpiente; imposible
reducirla a la voluntad de su visión;
buscó las órbitas de los astros, pero no pudo
viajar por el mundo de sus pensamientos;
enredado en el laberinto del saber,
perdió la pista del bien y del mal;
encadenó los rayos del sol, pero su mano ninguna aurora
desplegó sobre la oscura noche de la vida.

[Ada]

Lo que mueve el mundo Estepan Urkiaga

Entre muchas cosas, aparece en él un poema de Estepan Urkiaga, "Lauaxeta"

iKaraz duaz usuak,
mendija dago ixillean.
¡Amar gasteren lerdena
bixitza lurrean!

Las palomas huyen despavoridas
y la montaña guarda silencio.
¡La gallardía de diez muchachos
yace sin vida en el suelo!.

Ohhhh Madi este me llega al alma

Tengo que leerlo .

[1452]

LXXVIII- Gustavo Adolfo Bécquer
Podrá nublarse el sol eternamente,
podrá secarse en un instante el mar,
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.

[1452]

La rosa pura - Pedro Salinas
La rosa, la rosa pura.
Quiero mandarte la pura rosa.
La que no tiene símbolo ni signo.
La que no pese
porque recuerda un recuerdo.
La que no cante
porque se cogió con el gozo.
La que no tenga fecha,
fecha de hombre, fecha de número,
fecha de mundo,
la que sea su nacimiento puro,
sucediendo a su mismo capullo.
La que no diga: “Me quieres”, ni: “Te quiero”.
La que diga tan sólo: “Soy mis pétalos,
mi color, mi forma, soy la rosa pura. Tómame”.
La que no pida
que te la pongas en el pecho.
La que se contente con el encuentro
de su color y tus ojos,
de tu mirada, un instante.
Con el contacto
de su materia y tu vida: tu mano, un instante.
La que te deje vivir
sin rosas, si tú no quieres
tener la rosa en tu vida.

Me lavaré las manos
toda una noche entera en el agua
lenta y lustral de los ríos del sueño,
para cogerla de mañana antes
de que despierte la conciencia,
porque quiero cogerla con los dedos,
no quiero cogerla con un pensamiento.
Y si la cojo así y así te llega,
mis pies recordarán haber pisado
el paraíso, antes
del bien y el mal, de la mujer y el hombre.
Y yo seré una sombra,
y tú serás otra sombra,
sin otra realidad que la que crea
el ofrecernos una rosa pura.

[1452]

Petrarca
Quando giunse a Simon l’alto concerto
ch’a mio nome gli pose in man to stile;
s’avesse dato all’onera gentile
con la figura voce, ed intellecto;

di sospir molti mi esgombrava il petto
che cio altri han piu caro, a me fan vile
pero ch’a vista ella si mostra: umile
promettendomi pace nell’aspetto

ma poi ch’vengo a raggionare con lei;
benignamente, assai par the m’ascolte
se risponder s’avesse a’detti misei.

Pigmalion, quanto lodar’ti dei
dell’ imagine tua, se mille volte
n’avesti quel ch’i’sol’una, vorrei!

Lorsque Simon a ma prière
fit ce portrait si ressemblant;
a cette image qui m’est chère,
s’il eut donne la voix, le sentiment,

ah! Qu’il m’eut épargne de soupirs et de larmes!
Laure dans ce portrait déployant mille charmes,
me traite avec douceur et m’annonce la paix
si j’ose lui parler, je crois voir dans ses traits,

qu’elle est sensible a mes alarmes;
pour me répondre, hélas! il lui manque la voix.
Heureux Pigmalion! Tu reçus orille fois,

cette faveur de ton ouvrage,
qu’une seule fois je voudrais
obtenir de ma chère image.

Si cuando Simón a mi pedido,
hizo este retrato tan fiel;
a esta imagen, amada por mí,
hubiera dado la voz, el sentimiento,

¡ah, cuántos suspiros y lágrimas me habría evitado!
Laura, ostentando en este retrato mil encantos,
me trata con dulzura y me anuncia la paz
si oso hablarle, creo ver en sus rasgos,

que es sensible a mis temores;
para responderme, ¡ay! le falta la voz.
¡Dichoso Pigmalion! Recibiste mil veces

de tu obra ese favor
que una sola vez quisiera
obtener de mi amada imagen.

[Melinoe]

Occasionally she looked up at the statuettes, which appeared strange and out of place, there happening to be a Calvary print hanging between them, and, as if the scene suggested the action, she at length jumped up and withdrew another book from her box–a volume of verse– and turned to the familiar poem–

Thou hast conquered, O pale Galilean:
The world has grown grey from thy breath!

which she read to the end. Presently she put out the candles, undressed, and finally extinguished her own light.

*******

Has vencido, oh pálido Galileo;
el mundo se ha vuelto gris por tu aliento.

Hymn to Proserpine, Swinburne

[Melinoe]

He looked back at himself along the vista of his past years, and his thought was akin to Heine’s:

Above the youth’s inspired and flashing eyes
I see the motley mocking fool’s-cap rise!

[Pastora]

Felicidades de corazón.
Un hilo maravilloso