El cluedo forero

[moskita]

Si, pero que sepas que para mi eres asesina

[Raquelina]

Ya veo, ya... Si es que cree el ladrón que todos son de su condición...

[moskita]

Que no que no... Yo no le he hecho nada a mi queridisima amiga Perse

[poulain]

Creo que Moski se lleva todos los puntos para ser la asesina!!
Yo me salvo, que la encontré a mi pobre hija muerta
Mañana planteo caso chic@s que esta noche tengo casamiento muy tempranito, tengo que salir corriendo del laburo!!

[Adisson83]

Buff, hoy estoy falta de ideas... Esto lo veo como un complot en el que pueden haber intervenido varias personas compinchadas, pero a la vez también tengo la sensación de que el. ¡¡Vaya lío tengo!!

Así a bote pronto parece que Moski tiene todas las papeletas en la rifa para ser la asesina, porque qué es lo que la lleva a ponerse en tensión tras ver a su ex mejor amiga... ¿Qué secreto esconde Moski y sólo sabe Perse? Tenía miedo de que ese algo fuera contado durante el baile... Y por otro lado, ¿qué es lo que las llevó a la enemistad? Esto es algo que no alcanzo a ver.

Luego por otra parte está aunque no lo parezca la sombra de Adisson flotando en el ambiente, porque debe de ser muy duro ser una señorita de alta sociedad a la que se le está pasando el arroz por falta de pretendientes que se dejen llevar por su "belleza" o por la dote que le destine papá Luis; mientras que su hermana tiene hasta que quitárselos literalmente de encima. Y así años y años viendo la vida pasar...

Y qué pensar de Raquelina, a la que se le frustran los planes de ser la nueva duquesa in situ, por tanto, puede ser llevada por su ciega cólera, y sin pensarlo, mandara a criar malvas a Perse... Con los títulos no se juega...

Pero lo que me despista es el hecho de que Veves también oiga la conversación, será Veves una espía al servicio de alguien, y si es así ¿de quién?...


A ver si me viene la inspiración de aquí a mañana y hago una hipótesis en firme.

[Raquelina]

Pues para mí hay tres sospechosísimos que nadie ha nombrado hasta ahora:
1.Adisson: se iba a quedar solterona (con lo que suponía en esa época) por culpa de la belleza arrebatadora de su hermana, y además, dato curioso que hemos pasado por alto ¿por qué si ella era la hermana mayor, la Duquesa Giada elige a Perse como heredera de su título? Oh,ooooh...aquí veo un gran móvil del crimen

2.Micka: un hombre, por muy moscón que sea, por muy patoso y torpe, tiene su ego y su orgullo. Y Perse lo humilla delante de todos, haciendose la comidilla de la fiesta. Dice que "salió de allí muy enfadado". ¿Y si no salió sino que regresó para darle una "lección" a Perse por sus desprecios y su vejación pública?

3.Veves: no hemos de pasar por alto que esta humilde criaturita, fiel sirvienta, de cuyo puesto de trabajo depende probablemente una prolija familia, acaba de manchar una alfombra carísima, y ella misma sabe que eso es "causa de despido inmediato", ¿Y si Giada efectivamente, la despidió, y la buena de Veves decide desquitarse con la culpable de sus desdichas?

Bueno...ahora sólo me queda elegir entre uno de ellos jooo...qué difícil

[luisoroverde]

me pido alguna deducción de las que te sobre... Ra...

[Raquelina]

Ay...gracias Luisín, guapetón , pues voy a escoger a Veves como culpable, así que puedes si quieres seguir tú las "otras líneas de investigación"

MI HIPOTESIS (ahí vaa!):

Veves era una chica joven de una humilde y plebeya familia. La duquesa Giada era exigente con el servicio y no consentía errores ni distracciones, por mínimas que fueran.
Sobre Veves además recaía una gran responsabilidad: el sostén de una familia numerosa. Su padre había muerto, su madre estaba enferma y sólo ella y su hermano traían dinero a casa para alimentar a sus 5 hermanos pequeños y su madre. Ponía todo el empeño en hacer las cosas bien, pero sus espaldas cargaban con demasiada responsabilidad...tanto su ánimo como su cuerpo se quejaban, pero ella no se daba tregua: su familia era su responsabilidad y no había lugar para otro tipo de pensamientos ni autocomplacencia. Pero la señora de la casa era intransigente y distante, allá arriba en su posición aristocrática de cuna de encajes y sedas. Y no era menos su pupila Raquelina, una joven altanera y despreciativa, que muy pronto había olvidado sus humildes orígenes y se permitía humillar al servicio y ponerlos en evidencia cuando así se le antojaba a la caprichosa moza. ¿Y qué decir de Perséphone? Ya ese nombre lo decía todo: se creía una diosa y trataba a los de condición inferior con desdén y exigencias de todo tipo.
Este tipo de pensamientos rondaban a Veves por la cabeza cuando las veía. Era más o menos de la misma edad que Raquelina y Perse, pero ¡qué injusto había sido la vida con ella el día que se repartía la suerte! Esas arpías desagradecidas lo tenían todo: dinero, belleza, pretendientes, futuro...¿y ella? Ella era pobre y con un futuro bastante negro; era guapa, sí...pero no podía lucir esos peinados y vestidos para realzar sus encantos, y por supuesto, nunca pediría su mano un rico heredero, ni heredaría un título nobiliario. Veves siempre las miraba con cierta envidia...pero sabía cual era su posición en el orden de las cosas y con ello vivía...

...Hasta la noche de la fiesta, cuando Perse se cruzó en su camino, haciendo que la bandeja que llevaba con el vino y los licores saltara por los aires, echando a perder la maravillosa y carísima alfombra persa, herencia del tatarabuelo de la duquesa Giada, y una de sus posesiones más preciadas.

Nada más ver el desaguisado, supo lo que ocurriría después. Perse ni se disculpó, ni se detuvo, ni le importó las consecuencias que suponía aquel arrebato para la pobre de Veves; pero Veves era consciente de que Giada no atendería a razones o explicaciones, ni sería misericorde ni comprensiva. Ni siquiera la escucharía, como no escuchó a la cocinera cuando trató de explicarle dos días atrás, porqué la tarta de moras estaba salada y no dulce. De nada le valió a la pobre Mildred tratar de explicar que fue Raquelina la que se empeñó en hacer la tarta y ayudarla en la cocina; fue despedida sin contemplaciones, a pesar de ser madre de familia.

Y así fue. Sus sospechas se hicieron realidad cuando Giada, con la mirada desencajada al contemplar el estado de su maravillosa alfombra, inspiró profundamente, cerró los ojos, los volvió a abrir, la miró con veneno en la mirada y dijo: "Sebastian, dígale a Veves que recoja ahora mismo sus cosas y vuelva por donde vino. Y haga que arreglen esto". Veves no lloró, ni suplicó, ni siquiera intentó justificarse. Sabía que no serviría de nada. Pero decidió hacer justicia.

Entró en la habitación donde Perse se había refugiado; ésta se hallaba sentada ante el escritorio, apoyada la cabeza en ambas manos, como pensativa, de espaldas a la puerta. Veves agarró una pluma del escritorio y se la clavó en su níveo cuello (sólo por esta vez ¿eh Luis? ) antes de que aquélla pudiera siquiera reaccionar. Acto seguido abandonó el cuarto, recogió sus bártulos y salió por la puerta de servicio, con su orgullo vengado y su dignidad intacta.

ASESINO: VEVES
ARMA: PLUMA
MOTIVO: UN ACTO DE JUSTICIA POR SU DESPIDO

[jonathan stride]

veves asesina, lo sabía

[Raquelina]

Pa que te fíes del servicio

Jonathan, hijo...la gracia que me hace verte con tu indumentaria de James Bond, con tu pistola y todo, ahí en medio de una fiesta victoriana

[Bronia]

Perse y Jonathan fueron víctimas indefectibles de la sociedad londinense de siglos pasados. El amor no era una prioridad; el estatus, el dinero y la gloria por el contrario, sí lo eran.
No podían evitar amarse el uno al otro, sus cómplices miradas, los juegos tontos de Jona, las risas inocentes de Perse, revelaban una relación hermosa, hermosa y mágica.
Jona, para la Familia Rohan, representaba una posibilidad de dar a la familia un mejor nombre, un mejor estatus, que decayó con la unión entre Poulain y Luis (primos lejanos) y que resultaba para gran parte de la sociedad londinense una aberración, siendo blanco inevitable de comentarios humillantes.
Jona, viniendo de una familia aristocrática, daría un buen salto al glamour y riqueza de la familia Rohan, por lo menos con eso contaban los padres de Perse, quienes la veían como la última oportunidad de salvación... no podrían contar con la triste, solterona y asocial Addison.
No podríamos decir lo mismo de la familia de Jonathan Worsthwuth. Familia de gran renombre, dinero y popularidad en todo el condado, incluso en tierras foráneas.
El Sr Worsthwuth poseía cientos de hectáreas a lo largo y ancho del país... una fortuna incalculable... y el peligro inminente de una unión con una familia "plebeya", de muy mala reputación, amenazaban con su patrimonio.
El tenía la solución, y su hijo debía adaptarse a ella porque de lo contrario no tocaría ni pizca de la fortuna que poseía. La solución era la unión con una bella dama del condado, integrante de la familia Candleton, de orígenes y estatus no muy diferentes de los Worthswuth...
Bronia Candleton se convirtió pues en el motivo de separación entre Perse y Jona. Lógicamente Jona prefería perder un amor, al amor de su vida, a perder la fortuna de su padre... y así sin más huyó de la vida de Perse, avergonzado, pero decidido.

Cuando fueron invitados aquella noche por la duquesa, Jona vió la oportunidad de poder ver a su amada, así sea a la distancia, con todo el dolor y sufrimiento que ello implicaba.
Antes que Perse, horrorizada, lo viera junto con Bronia, ya Jona la había detallado, estudiado y admirado desde lejos. Cómo había cambiado! que hermosa estaba! aquella sonrisa lo embriagaba, no podía contenerse. Que vida tan diferente tendría junto con Perse, a la que ahora vive con la poco apasionada Bronia.
Quería hablar con ella, por lo menos decirle cuanto la amaba y lo cruel e injusta que era la vida que no quería que compartieran su amor...
Bronia, desde que recibió la invitación, sabía por donde iban los tiros... ya se había enterado de todo lo acontecido en el pasado de Jona y Perse, a través de Moskita (quién vendió su amistad con Perse, por unos cuantos puñados de oro, a costa de revelar los secretos del amor entre perse y jona), y decidió aceptar la invitación para ver la actitud de su esposo y asegurarse de que aquella niña no representara más que una simple fantasía.
Lo que vió fue a Jona visiblemente aturdido, desatado por su amor, no podría controlarlo, y cuando éste siguió a Perse hasta su estudio, Bronia decidió ir a la caza.
Lo que ocurrió en el estudio marcó la historia de aquella sangrienta noche.

- Hola perse, cuanto quería verte - dijo Jona con la voz entrecortada.
- ¿Pero que haces aquí?, tu mujer te está esperando - cortó perse
- No pude evitarlo amor mío, cuanto te extrañaba
- Lo de amor puedes obviarlo, hipocresías a éstas alturas estan demás Sr Worthswuth
- No seas tan dura, mi corazón ya es frágil por no estar sin ti... imagínate como está al oir tu amargura.- Soltó Jona con el corazón acelerado y los ojos a punto de derramar lágrimas de amor
- No me interesa.
- Fuguémonos hoy mismo, a donde tu quieras... saldré por la puerta de la cocina que da al campo, ahí te esperaré... no puedo vivir sin ti, y hoy me he dado cuenta.
- Y tu mujer? la sra Worthswuth?- dijo perse un poco más calmada y a la expectativa.
- Lo sabrá entender a su debido tiempo... no es mujer para estar explicando las cosas y menos algo como ésto... que el tiempo y el camino le curen.
- Y tu fortuna? .
- Con lo que tengo viviremos bien y ya basta de preguntas amor mío, me voy

A todas éstas, Bronia estaba detrás de la puerta escuchando todo en primera fila, presenció todo aquel espectáculo cursi que le brindaba aquella pareja. Por su mente no pasaba su amor hacia Jona, los planes de familia que se verían arruinados ni nada por el estilo; su dolor y temor radicaba en la mancha a su nombre, su prestancia, en la fortuna que perdería a causa de dos tórtolos que no tienen ni idea de lo que importa en la vida... y ella no lo iba a permitir. De alguna manera tendría que deshacerse de aquella muchachita que increíblemente embelesó a su marido.
Se apartó a la salida de Jona, y espero paciente la reacción de Perse, quién ahora se hallaba sola en la habitación.

Perse anonadada, impresionada, no podía dar crédito a lo que escuchaba de los labios de Jonathan Worthswuth. ¿Valdría la pena? ¿Estará siendo sincero conmigo? ¿Lo seguía amando? ésta última interrogante estaba demás... perse no podía pensar en sus noches de soledad, en sus caminatas tristes por el campo, en nadie mas que Jona... como lo extrañaba, "y hoy estaba aquí, rogándome irme con el."

Con un sentimiento de alegría y tristeza a la vez, decidió irse con Jona definitivamente. - Lo haré, lo haré! - exclamó exasperada
Decidió despedirse de su familia con una carta, y al empezar la carta con "Querida madre", sintió una punzada en su cuello, ardiente y dolorosa, vió de repente la sangre que cubría el escritorio y manchaba la carta. Desmayó no sin antes ver a su verduga, Bronia, con el abrecartas en su mano, brillante y sangrienta.
Y allí murió Perse... y el corazón de Jona.

[jonathan stride]

Pa que te fíes del servicio

Jonathan, hijo...la gracia que me hace verte con tu indumentaria de James Bond, con tu pistola y todo, ahí en medio de una fiesta victoriana

es que sigo sin poder cambiar el avatar, no hay derecho

[veves]

¡Que no! Que aunque es verdad que me tuvieron mas de dos horas asi dale que te pego.
Yo no he sido.

[Giada]

¡Jajaja! Me parto
Aquí todos inculpando a todos...Menos Bronia que se autoinculpa; ¿pa' qué darle más vueltas?

[Raquelina]

es que sigo sin poder cambiar el avatar, no hay derecho

No te preocupes...le da su punto este toque...anacrónico

¡Que no! Que aunque es verdad que me tuvieron mas de dos horas asi dale que te pego.
Yo no he sido.

Sí,sí...ya,ya... ¿acaso tienes coartada?¿algún lío con algún señorito que te salve el cuello?