Hay fragmentos que se hacen interminables, como el que comentáis del mostrador-altar. Hay un momento que empiezan a apostar otra vez y es como para matarlos, se tiran no sé cuántas páginas . Tiene su gracia, pero se hace pesado.
Y otra cosa que se me ha hecho interminable:
el tema de las llamas, la madre que las trajo. Se hace pesadísimo y repetitivo, todo el tiempo a vueltas con lo mismo, que si las matan, que si no las matan, que si el macho, que si los Baskardo, que si las visitas de Efrén a Don Manuel para saber dónde está el macho, que si el seguro... No deja de tener su gracia, pero se hace insoportable de tanto repetirlo. |
También me llamaba el personaje de Ella, pero al final, como me temía,
ni se resuelve el enigma de su origen y de su comportamiento . |