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Corinne o Italia es una gran novela cosmopolita y europea en la que se presenta, paralelamente al idilio trágico entre la inspirada poetisa Corinne y el noble escocés Lord Nelvil, todo un fresco de las culturas y las costumbres de Francia, Inglaterra y, sobre todo, Italia. Una novela que trascendió el género y que le costó el exilio a su autora.
Esta obra —que editorial Funambulista recupera en una traducción de la época, de Pedro María de Olive— inauguró en Europa el debate sobre la condición femenina, sobre el derecho de la mujer a vivir como un ser independiente y a existir como escritora; y es que Corinne es el alter ego de la propia Madame de Staël, que fue, según Stendhal, «la mujer más extraordinaria que jamás se viera, un ser aparte, un ser superior de los que hay uno por siglo».
El mismo Napoleón vio en ella a una peligrosa mensajera de la libertad y llegó a declarar: «Debemos reconocer, en el fondo, que es una mujer de talento muy grande; quedará en la historia».
Editorial: Fonambulista
Páginas: 592
Estoy en la facultad y se me ha caido la baba con esta novela cuando la he visto en la librería....
He visto que no tenía tema. Así que seguro que es gusta la noticia
Recuento 2024 Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante (Oscar Wilde)
Oswald, joven y tímido aristócrata escocés de 26 años, parte con un profundo sentir melancólico para Italia tras el fallecimiento de su adorado padre. En su camino conocerá a un conde francés que lo introducirá en Roma en las tertulias de la afamada poetisa Corinne, mujer independiente de enorme talento que pronto llama su atención.
El libro es un verdadero canto de amor a Italia en el que, entre recorridos turísticos por Roma, tertulias literarias en la residencia de Corinne, viajes por todo el país (Nápoles, Venecia o Florencia), oficios religiosos, visitas a sepulcros, museos y hasta fiestas regionales, Staël radiografía a un país, su historia, su cultura, sus usos, sus gentes e incluso su geografía. El estilo, inicialmente algo deslavazado y descuidado, toma forma a partir de la primera cuarta parte de la novela (primer cuarto que también peca de algunos excesos perdonables, como que puedas llegar a tener la impresión de estar leyendo una guía turística) y nos otorga una obra genuinamente romántica. Es desde la primera página un texto muy puro y ajeno a cualquier tipo de injerencia externa (data de 1807, cuando faltaban décadas para que el realismo hiciera su aparición). Cualquier elemento estético o temático del movimiento puede encontrarse aquí en su mejor versión. Exaltación pasional, excursiones por la naturaleza, sensibilidad por las artes nobles, atmósferas góticas, nostalgia por la patria, vacío existencial…
La relación entre Corinne y Oswald permite a la autora hacer un recorrido por multitud de lugares que hoy se han convertido ya en comunes con una sensibilidad que sí se encuentra fuera de lo común, aderezada además de numerosas reflexiones de corte (por orden de presencia) artístico, estético, histórico, teológico o filosófico. Aparte de éstos, de particular importancia resultan también en la novela las digresiones en torno a dos temas: la cuestión del género (Corinne vive en una constante lucha por reivindicar la posibilidad de desarrollar su talento siendo mujer) y las diferencias socioculturales entre la Europa meridional y la del Norte (de hecho, una parte considerable de la obra tiene lugar en Gran Bretaña). Por lo general cualquier reflexión se encuentra si no al servicio de la trama sí integrada perfectamente en ella. Trama aparentemente simple sobre la que pivota el resto de una obra que no por estar sostenida esencialmente en dos personajes (apenas hay algunos más, pero su peso es bastante inferior) resulta menos atractiva.
En el lado negativo, como decía el estilo no está todo lo depurado que debiera, y parece evidente que Staël se siente más cómoda con situaciones estáticas (es en ellas donde alcanza mayor brillantez a través de diálogos y monólogos) que en las que impliquen alguna clase de acción narrativa (véase el tramo final de la novela). No obstante, es algo que podréis perdonar los que busquéis leer un libro que desprende tanta pureza estética y de ideas como este.
Pues me ha picado mucho la curiosidad este libro, del que no conocía la sinopsis. Conocía la importancia de la figura de Madame de Stael en el mundo intelectual del su época, pero no sobre esta novela, y ahora me doy cuenta que me interesa bastante.