RAOUL escribió: ↑30 Oct 2019 17:46
Ah, pero tras lo de leer "Las cartas" yo no te entendía lo de la relación adúltera. Y, claro, es verdad, el cuento comienza con un adulterio pero al llegar al final yo eso lo había olvidado casi por completo. Porque es una cosa más bien romanticoide, perdonable y hasta de justicia, en la que ellos se citan para besarse en los acuarios y sólo los miércoles y los domingos porque pecar bajo el techo conyugal es reprobable. Es una historia un poco "Jane Eyre", ¿no? Esa institutriz, esa dama inválida... Bien es verdad que el héroe va en pony perezoso y él mismo un poco dormido. Nada de aquel encuentro de Jane Eyre (porque se encontraban así, ¿no? En un camino y él a caballo).
Y después, el meollo (que no parece el adulterio sino el engaño y las ilusiones) pues es como tú muy bien has dicho: "soy feliz pero esperaba que la felicidad fuera otra cosa". La felicidad es lo que tiene, como apenas se la ve es una dama muy sobrevalorada. Y no es que ella sea exactamente feliz pero bueno, al menos no se encuentra insatisfecha. "¿Qué importa que el camino a este oasis no haya sido recto, como creía? ¿Por esa razón voy a remover el mundo? ¿Qué importan los factores si yo ya estoy bien instalada en el producto?" Bueno, lo que ocurre es que el asunto no es tan sencillo. Y, vale, sí, puede estar engañándose. Y entonces puede que le dé en pensar si el marido no hizo algo por que muriera su primera mujer (muy repentina muerte la de la lectora inválida). En fin, no se qué jugo sacarle al relato. Que para ser feliz no se puede tener la piel muy delicada, que para estar cómoda a veces hay que saber olvidar y saber no mirar. Al final lo que pasa es que no es tan fácil, y las mentiras pasan su factura. Los trajes pierden su brillo y el amor se transforma en otra cosa y la comodidad se troca en incomodidad. Porque en el amor tiene que haber su poco de admiración. Y el engaño envenena la admiración y con la admiración envenenada la mirada no es la misma. Yo en esto siempre me acuerdo de Jacinta con su Juanito Santa Cruz.
Creo que me ido mucho por las ramas
Hay que decir que la autora mueve los hilos muy a su antojo: la herencia, las cartas sin abrir... A veces poco verosímil. Ah, y buenos secundarios. En el anterior cuento eras la abuela; aquí es gracioso el personaje de la amiga americana
Ostras sí, Raoul, es Jacinta con su señoritingo grrrrrrrrrrrrr
, me encantó comentar ese libro contigo
¿sería lo que intentaba ver y era incapaz? estaba empecinada en que había algo y no era capaz de verlo. Me gusta esta frase "Porque en el amor tiene que haber su poco de admiración. Y el engaño envenena la admiración y con la admiración envenenada la mirada no es la misma." Lo de Juanito quizás es más guarro y evidente, pero en este caso, no sé, más hipócrita y más peligroso que no haya habido nunca amor que todo sea engaño e interés, no sé, y ella ha tenido que montar el puzzle de su amor dos veces, la primera después de que no le contestase y la segunda ante la evidencia del engaño, pero en su caso había conocido y vivido tan disgustada anteriormente...
Así que el adulterio lo habías olvidado, yo no
por muy casto que sea es adulterio es adulterio grrrrrrrrrrrrrr Creo que a ella no se le pasaría por la cabeza que él le hubiese hecho nada a la inválida lectora, ni a mi tampoco, aquel hombre era la indolencia personificada, no creo que ni tan siquiera volviese a propósito al saber de su fortuna, ése se dejaba llevar por las olas, le fue propicio el volver, o quizás oyó hablar de ella en el barco en el que volvía, pero hacer algo con iniciativa no me parece capaz... En fin... Al leerte me ha gustado menos, se me ha quitado la espinita de que hubiese algo más, no había nada jejejejeje
Me he reído con el pony perezoso y él bien dormido jejejejjejejeje, es muy gracioso por comparación con Jane Eyre como has hecho, pero a mí también me hace mucha gracia por una anécdota familiar ¡de Albacete!
que ya te contaré jejejeje muaaaaaaaaaaaaa
Acabé por fin "Después de la guerra" o "Volver de la guerra", o como tú decías ese título no está del todo bien elegido. ¡Y sí! qué ojo tienes, es "Bola de sebo" pero menos explícita y más escondida, me encanta esas comparaciones y que tengamos esas lecturas en común
Y al final también era lo que veía venir, la historia de una venganza, pero no demostrable como decía el pobre amigo del narrador, que por muy malvado que fuese aquel hombre no veía bien el asesinato.
El siguiente sólo lo he empezado, me gusta que esté otra vez ambientado en Nueva York, me ha dado la sensación de volver a casa
es que Edith Wharton en Paris y en las provincias francesas se me hacía rara