Leído, no me ha transmitido gran cosa, la verdad. Me ha costado terminarlo, se me ha hecho muy largo. Tiene su punto de humor que no está mal, es lo que me ha motivado a terminarlo.
Me he gustado la parte más "realista/surrealista" de la historia: la incorporación de la madre al mundo laboral, su ascenso a lo largo de los años, volviéndose cada vez más "sofisticada" y rubia

con el paso de los años, al mismo tiempo que sus hijos van creciendo y, de forma sucesiva, van mejorando de sus enfermedades (de uno en uno, empezando por la protagonista, todos ellos han estado enfermos durante algunos años, impedidos incluso de asistir a la escuela, hasta que de repente mejoran y ya no hace falta que su madres se preocupe más por ese hijo, pasando la batuta al siguiente). Esto me ha hecho gracia, la madre volcada sólo con uno de los hijos de manera sucesiva, hasta que ella decide que ese hijo ya no la necesita más y pasa al siguiente.
Transmite muy bien el ambiente sofocante del centro comercial en el que la chica se pone a trabajar ese verano, en una tienda cercana a donde está su madre ejerciendo de jefa de personal. El polvo acumulado, el calor sofocante del verano, el tener que estar horas de pie absurdamente, aunque no haya ninguna clienta a la vista, los inventarios que nunca cuadran...
Sin embargo, el giro final hacia un
no me ha convencido, en mi opinión no casa bien con el resto del relato. Me habría cuadrado más una explicación más realista a "los quince en la parte de atrás", algún chanchullo de una dependienta ó de la misma jefa, que nadie se ha tomado la molestia de sacar a la luz...