Concuerdo en los que opinan que hay un salto de calidad superior en este volumen. Por otra parte dedica más espacio a desarrollarlo y ya están muchos conceptos del marco trabajados en el primer volumen: el conflicto con los trisolarianos, los sofones, y el espacio temporal-geográfico de juego para resolverlo todo, así que se puede meter en cosas complejas según lo requiera la trama.
Creo que es innegable la influencia Asimoviana que se veía en el volumen anterior, al menos siempre que hay una parte expositiva, pero algún símil me ha recordado (como muy acertadamente el propio autor reconoce entre líneas) a Clarke. Son esos detalles, las comparaciones que intentan transformar algo inabarcable e incognoscible en algo manejable, los sostienen aún valor estético. Al hacerlo en momentos seleccionados, cuando la tensión de la parte "dura" aprieta y la lectura podría volverse farragosa o incomprensible, suponen un pequeño hilo que mantiene todavía conectado al lector a la trama. La sencillez asiática posiblemente ayude y aporte claridad, pero es curioso como en este batiburrillo de influencias se alcanza un equilibrio muy medido entre la prosa banal pero hipnótica (por ejemplo, Murakami) y la prosa densa de detalles que puede ser una marca más occidental.
Un ejemplo de lo que me refiero:
Cuando está describiendo el ataque de la flota humana contra la gota: "El material de interacción nuclear fuerte difería de la materia normal como un sólido difiere de un líquido. Los ataques realizados por las armas humanas contra la gota eran como las olas golpeando un arrecife" |
Creo que la primera y segunda parte en general mantiene muy bien el ritmo. Ese estilo sencillo, tranquilo pero constante, siempre te mantiene al borde de algún nuevo desarrollo, y sobre todo los cambios de puntos de vista da esa sensación de gran escala, de cosas que se desarrollan simultáneamente con gran relevancia (en especial cuando los vallados aportan sabor internacional). Vamos, siempre que una parte parecía atascarse un poco luego la siguiente la remontaba. Y eso que en casi todas la sensación generalizada es que uno no sabía muy bien a donde iba la trama o cómo evolucionaría (y no hablo exclusivamente de los vallados).
La pequeña excepción en estas dos primeras partes, que queda rarísima al principio pero que luego queda fantásticamente desarrollada es
el periplo de la fantasía amorosa de Luo Ji y su cita imaginaria; no es solo la motivación para que realmente se ponga a hacer lo que tiene que hacer, sino el elemento definitorio que redondea el mensaje final. |
Luego llega el salto temporal y la sorpresa de la presentación otra vez del mundo sostiene el libro durante un rato, aunque luego se empieza a perder y desorientar. El mayor fallo de ritmo llega sobre todo en cómo el protagonismo, que Luo Ji ha llevado durante más de la mitad del libro, recae de pronto en Zhang Beihai y todas las operaciones periféricas a la sonda/gota trisolariana. Se me hizo un poco largo que
cuando la escala temporal sea tan vasta, de abarcar medio libro un par de siglos, dedique sin embargo como 10 páginas a los 3 minutos en que la sonda empieza a destruir la flota humana entera, con una minuciosidad de descripción increíble (solo para transmitir con fidelidad la tremenda diferencia de poderes entre un bando y otro) |
No obstante, la remontada posterior es fantástica:
La descripción de la impotencia de Luo Ji y su posterior declive, su rechazo por parte del público mientras se va consumiendo poco a poco, y más o menos se va dando a entender que se está encaminando a su suicidio... y cómo en esa conversación del sofón le da la vuelta por completo, explicando el plan real del vallado, recontextualizando casi toda la novela y rematando el conflicto en una sola escena, me parece de una ingeniería brillante. Y además, con las referencias circulares de la lápida/tumba de Yang Dong y la hormiga. |
Simplemente magistral.
Para terminar, me quito al sombrero ante lo más desconcertante de todo: es la segunda parte en una trilogía, y casi que la historia da la sensación que puede acabar aquí. Claro, quedan algunos flecos, pero este es directamente un cierre satisfactorio si uno decidiera bajarse. ¿¿Qué otra trilogía consigue eso?? Normalmente el segundo libro casi siempre es un punto de inflexión trágico, el "todo está perdido" antes de la traca final épica... Y sin embargo aquí funciona. No sé qué me depara el tercer libro exactamente, pero tengo bastantes ganas de averiguarlo.