Nikos Kazantzakis
Título original: Ο Χριστός ξανασταυρώνεται
Traducción: José Luís de Izquierdo Hernández
Ediciones Carlos Lohlé
541 páginas
Editorial: EL ACANTILADO
Nº de páginas: 536 págs
Nueva edición: 2018
ISBN: 9788417346324
Traductora: Selma Ancira Berny (edición 2018)
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El autor de la reseña es un padre Escolapio.Félix Jiménez Tutor escribió: Kazantzakis leía desde niño las vidas de los santos, se emocionaba con sus torturas y martirios, soñaba con la santidad y según él "el tema principal, casi único, de toda mi obra es el combate del hombre con Dios".
Sólo los ateos y los místicos viven obsesionados con Dios. Los que lo tienen guardado en la caja fuerte duermen tranquilos.
En "Cristo de nuevo crucificado" el silencio de Dios es ensordecedor y sus protagonistas, entre dudas y miedos, en su ausencia total, asumen su papel.
Todo comienza con la elección, entre la gente de Licovrisi, de los personajes que representarán la Pasión de Cristo el año siguiente.
Meterse en el personaje y darle vida en el escenario es lo que todos los actores hacen. Pero estos elegidos, a pesar de su ignorancia y sus pecados, se transforman en su personaje en la vida real.
Los notables del pueblo, los que los eligen, esos son siempre los mismos, nunca cambian.
Los elegidos para conocer su personaje y conocerse a sí mismos abren los evangelios y los leen con ojos limpios, sin las explicaciones laberínticas de los curas, y lenta y dolorosamente se van identificando con el personaje hasta encarnarlo en su literalidad.
¡Qué actual su interpretación de las bienaventuranzas sin retorcidas y espirituales interpretaciones!
¡Qué sincera la confesión mutua de sus tentaciones y pecados!
A medida que la llama evangélica va prendiendo, la búsqueda de la libertad se intensifica y la lucha a muerte contra la hipocresía eclesial y la injusticia de los jefes alcanza su climax.
Nicholios, santo y loco a la vez, revolucionario y bolchevique, Cristo de nuevo crucificado, se ofrece como víctima primero para salvar al pueblo de Licovrisi de la ira del aga turco, después para salvarlo de la ira del cura Grigoris y éste con la ayuda de los cristianos lo ejecuta el día de Navidad en la catedral.
La revolución religiosa, cristianos contra cristianos y griegos contra griegos, la revolución comunista, los pobres contra el establishment, y la revolución nacionalista, turcos contra griegos, fracasa una vez más.
La iglesia ortodoxa no permitió que Kazantzakis fuera enterrado en un cementerio. Está enterrado en la muralla que rodea la ciudad de Heraclion. Su epitafio dice: "No espero nada. No temo nada. Yo soy libre".
Datos añadidos por moderación, octubre 2018